Del 13 al 17 de noviembre

Seguimos interiorizando a través de canciones cortas sobre nuestra vida y nuestro Ser desde nuestra identidad como amigos de Jesús.

Escuchamos y hacemos silencio. Desde el silencio llegamos a la Voz de Dios.

Si hacemos click el el siguiente enlace accedemos directamente a la Oración de la Fundación. La podemos rezar después de ver los vídeos para finalizar. O bien también un Padrenuestro o u  Ave María. .

CD – Oracion General_INF

Día 13

https://www.youtube.com/watch?v=-iSDmn-Z9bE

¿Quién nos conoce? ¿Cómo te sientes amado por Dios?

Día 14

Volvemos al a despertar

¿A qué te despierta Dios? ¿Le das gracias cada día?

Día 15

¿Te sientes perdonado?

Día 16

Pongo mi vida en Tus manos

Termina la frase:

Cuando pongo mi vida en tus manos…

Día 17

Evangelio del Domingo 17 de noviembre

Mateo (25,14-30):

 

Evangelio

Evangelio según san Mateo (25,14-30), del domingo, 19 de noviembre de 2017

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Lectura del santo evangelio según san Mateo (25,14-30):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: «Un hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos y le presentó otros cinco, diciendo: «Señor, cinco talentos me dejaste; mira, he ganado otros cinco.» Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.» Se acercó luego el que había recibido dos talentos y dijo: «Señor, dos talentos me dejaste; mira, he ganado otros dos.» Su señor le dijo: «Muy bien. Eres un empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa al banquete de tu señor.» Finalmente, se acercó el que había recibido un talento y dijo: «Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder mi talento bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo.» El señor le respondió: «Eres un empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese empleado inútil echadle fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el rechinar de dientes.»»

 

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