La semana pasada concluimos el taller de elaboración artesanal de JABÓN DE LAVANDA. Los alumnos del PAE realizaron su propio jabón de lavanda aprovechando las últimas espigas de esta planta aromática que quedaban por el huerto. Para ello dispusimos de dos sesiones:
-
- Una para realizar el jabón natural con aroma a lavanda.
- Otra para desmoldar, embolsar y etiquetar sus propios jabones.
Los materiales que utilizamos fueron los siguientes:
- Moldes de silicona.
- Pulverizador con alcohol
- Espigas de flor de lavanda
- Bolsas para empaquetar
- Etiquetas
- Rotuladores de colores
- Esencias
- Bloque de glicerina
Método de elaboración:
En primer lugar, hay que recoger las espigas de lavanda y cortarlas de la planta antes de que se acaben cayendo al suelo las flores. A continuación machacamos y mezclamos con un poco de agua y alcohol para dejarlo macerar durante unos días. De esta forma se extrae la esencia de la flor.
Para preparar la base de jabón, desmenuzamos con los dedos o tijeras el bloque de glicerina. Una vez hecha trocitos en un bol, lo introducimos en el microondas hasta que se derrita, pero sin que llegue a hervir.
Mientras se lleva a cabo este proceso, preparamos los moldes introduciendo en el fondo una o dos espigas enteras de la planta. De esta forma, conseguimos que nuestro jabón también sea un elemento decorativo para el baño de nuestras casas.
A continuación, añadimos la esencia de lavanda que habíamos creado hasta que se disuelva bien. En caso de querer potenciar el olor, podemos tirar una gotas de esencia pura de lavanda.
En ese momento, pasamos la mezcla a los moldes de silicona y lo dejamos reposar en su sitio. Después pulverizamos con alcohol 96º para eliminar las posibles burbujas que suelen salir en la superficie.
En una segunda sesión, desmoldamos los jabones para su empaquetamiento y etiquetado. De esta forma no se estropearán hasta su uso, y mejoraremos la presentación del mismo.
Conclusiones
Esta actividad nos permitió observar como la materia puede cambiar de estado según las condiciones que se le apliquen. Además pudimos tocar texturas a las que no estamos acostumbrados. También oler y crear a partir de una materia prima del campo o huerto, algo tan común en nuestras casas como es el jabón. Sin duda, toda una experiencia.
